Colabora para ayudar a los niños, niñas y familias afectadas por el terremoto en Myanmar.
Un fuerte terremoto de magnitud 7,7 sacudió Myanmar el viernes 28 de marzo. La población estimada en un radio de 50 km del epicentro es de 898.875 habitantes. Se han confirmado al menos 1600 víctimas mortales y más de 3400 heridos, pero se espera que estas cifras sigan aumentando mientras continúan las operaciones de búsqueda y rescate, ya que muchas personas podrían haber quedado atrapadas bajo los escombros.
Una campaña de
318
Beneficiarios directos
Aquellas personas que de forma natural han sido beneficiadas por las acciones desarrolladas en la campaña.
1272
Beneficiarios indirectos
Aquellas personas identificables que reciben un efecto potencial de las acciones desarrolladas en la campaña.
Dada la fragilidad de las infraestructuras y servicios sociales disponibles, se prevé que el seísmo tenga un impacto significativo en el bienestar de mujeres y niños y en su acceso a servicios esenciales, en un contexto nacional en el que casi 20 millones de personas necesitan ya ayuda humanitaria.
El terremoto ha dañado viviendas, escuelas, instalaciones sanitarias e infraestructuras de suministro de agua, lo que ha interrumpido servicios críticos para los niños. El suministro de agua potable será crucial, ya que la mayoría de las localidades afectadas han informado de una interrupción del suministro de agua, y se prevé que las reparaciones dejen a las familias sin acceso a agua potable limpia durante los próximos días. Las buenas prácticas de higiene, la limpieza ambiental y la eliminación segura de residuos serán esenciales para prevenir el aumento de enfermedades como la diarrea acuosa aguda y el dengue.
Las principales necesidades de protección de la infancia que surgen tras una catástrofe son, entre otras, el malestar psicosocial grave, la separación familiar y los niños no acompañados o separados de sus familias, la trata o la migración insegura. Los niños y sus cuidadores han sufrido el impacto emocional del terremoto, lo que ha generado necesidades de salud mental y apoyo psicosocial. Con padres y cuidadores heridos o muertos en el derrumbe de edificios, hay una rápida necesidad de identificar, cuidar, localizar a las familias y reunificar a los niños que se quedaron huérfanos, o no están acompañados o están separados. Esto también se aplica a los niños que viven en instituciones y en monasterios.
Los equipos de UNICEF están sobre el terreno en las zonas más afectadas, trabajando con aliados y actores locales para evaluar las necesidades y proporcionar asistencia de emergencia.
Proporcionar ayuda de emergencia a la población afectada por el terremoto en Myanmar, con un especial foco en la protección y la ayuda a la infancia.
Proporcionar suministros esenciales de agua, saneamiento e higiene, tanto a la población como a los centros de salud.
Brindar apoyo urgente para garantizar la continuidad de los servicios de salud y nutrición y la gestión de los pacientes.
Determinar el alcance de las necesidades de protección de los niños en las zonas más afectadas.
Identificar a los niños separados y no acompañados, incluidos los que perdieron a sus padres y cuidadores durante el terremoto; brindarles apoyo asistencial (médico, psicológico, refugio, cuidados alternativos); localizar a sus familias y trabajar para lograr la reunificación.
Determinar el alcance de los daños a la infraestructura educativa en las zonas más afectadas por el terremoto, para luego poder apoyar a los niños con paquetes de aprendizaje esenciales individuales.
Todos los niños, niñas y familias afectadas por el terremoto en Myanmar.